quinta-feira, 10 de novembro de 2011

-- zwischen himmel und erde --

flying inbetween worlds
lying inbetween words

like the ones you spoke
like the ones i heared
like the ones we belonged to without wanting to see

the first time we met, having sealed our lives
, opening our hearts...
you flew my way
not seeing my world

i touched your soul, you said,
with the tip of my wing

angelic, you thought...
angelic, i said...

yet angels only fly in the realms known to us
angels only fly in the realms of magic...

we flew
where humans dwell
where humans kill.

but how could we know?
we were the doves we were...
the flying souls we promissed ourselves to be...
our flight continued furiously, passionate, loving, full of strength, full of desire...

viewing the world from up above...

soaring together as we were...

jumping off rooftops...
drinking from star drops...
landing in wild crops...
denying all stops...

when i looked up,
it was you i saw,
soaring...

when you looked up,
it was me you saw,
letting the wind guid me towards you...

meeting you made me breath the liberty of love,
smiling...
then: hit - pain - black - falling - deep - sadness - without - halt - end

from the corner of my eye i see you
turning towards me...
trying to save me...
to fly me away...

...as it hits you as well
and you fall.

and endlessly unreachable becomes the sky
and endlessly unreachable becomes the hight
and endlessly unreachable becomes the pleasure of your company.

every time i see doves, see their majestical, magical wings flying around - these thoughts come up. i stand. i imagine. i feel you. i see you.

then i will sweep these memories from my eye. i will pick up my bags again. i will

go home. i will kiss the forehead of my daughter. i will hug my son. i will greet my husband. i will cook. i will eat with my family. the rice will be good, but the meat will be excellent. the doves were shot just yesterday, the butcher said...

Julian Tangermann

Foto: Julian Tangermann. Berlin. 2011.
















la amiga de las palomas...

todos los días por la tarde, tiene un compromiso con sus amigas, las señoras palomas... las señoras y también las señoritas, pues en verdad hay algunas que todavía no han casado... es cierto que también hay los señores, pero nadie les llama palomos, así que confunden su género... pero la señora de las palomas sabía distinguir a todas y todos... incluso les había nombrado... les había dado nombres muy cariñosos y distintos... además de amiga, se sentía como si fuera su madrina... y como una buena amiga y madrina, todos los días las íba a ver... y llevar comida, por supuesto... no eran simples migas de pan, como suele darles la gente común... siendo una verdadera amiga, conocía muy bien sus gustos... así que les llevaba las más diversas delicias... y entonces, trás entregarles su regalo alimentario, se sentaba para charlar un poco de la vida... no de la suya, pues no le pasaba muchas cosas... vivía sola en su casa, sin amantes, sin niños, sin mascotas... pero estaba enterada de los problemas del mundo... leía los periódicos todos los días por la mañana y miraba a la tele todas las tardes... entonces les contaba de las últimas para que se quedaran enteradas también... a veces se quejaba de lo que pasaba en el mundo... en su tiempo no era así, les decía... así que estaba bueno salir por la tarde, encontrar sus amigas palomas, charlar con ellas y relajar un rato... todas la escuchaban con mucha atención, cuando no estaban recogendo la comida, es cierto... y estaban de acuerdo, claro... también les comentaba sobre sus romances, es decir, los libros que leía por la noche antes de dormir, antes de concluir su día... pues tras el placentero encuentro con sus palomitas, volvía contenta a la casa... ansiosa por verlas de nuevo al día siguiente...

Tiago Elídio...