domingo, 16 de outubro de 2016

"A fragilidade do homem era tocante. Milhões de anos de evolução desembocando em seres incrivelmente não adaptados ao ambiente do planeta, como demonstrava nosso sofrimento diante de mínimas alterações de temperatura ou falta de substâncias, uma vulnerabilidade humilhante a todo tipo de condição atmosférica, exposição a materiais e outros organismos, para não falar na ainda mais humilhante vulnerabilidade da nossa mente a qualquer baboseira, à ansiedade, à esperança. Éramos inadequados àquela natureza. Não espantava que desejássemos destruí-la.”

Daniel Galera...
Meia-noite e vinte...

segunda-feira, 14 de setembro de 2015

"Na época eu era um sujeito perseguido pelas nostalgias. Sempre tinha sido, e não sabia como me livrar da saudade para viver tranquilamente.
Ainda não aprendi. E desconfio que nunca vou aprender. Mas pelo menos já sei uma coisa valiosa: é impossível me livrar das saudades porque é impossível se livrar da memória. Você não pode se livrar daquilo que amou.
Isso tudo vai estar sempre com a gente. Sempre vamos desejar recuperar o lado bom da vida e esquecer e destruir a memória do lado mau. Apagar as perversidades que cometemos, desfazer a lembrança das pessoas que nos magoaram, eliminar as tristezas e as épocas de infelicidade.
É totalmente humano, então, ser nostálgico, e a única solução é aprender a conviver com a saudade. Talvez, por sorte nossa, a saudade possa se transformar, de uma coisa depressiva e triste, numa pequena faísca que nos impulsione para o novo, para nos entregar a outro amor, a outra cidade, a outro tempo, que talvez seja melhor ou pior, não importa, mas será diferente. Isso é o que todos nós procuramos todo dia: não desperdicçar a vida na solidão, encontrar alguém, entregar-nos um pouco, evitar a rotina, desfrutar a nossa parte da festa."

Trilogia Suja de Havana... 
Pedro Juan Gutiérrez...

sexta-feira, 22 de maio de 2015

diálogos inversos...

- Quanto tempo, querida! Engordou?
- Não, amiga! Tô grávida mesmo!
- Ai, poxa, me desculpa!!

Tiago Elídio...

segunda-feira, 11 de maio de 2015

monólogos pós-contemporâneos...

- Ai, hoje eu acordei meio não binária... 
- Afinal não sou obrigado, né?!
- Arrasou, gata!
- Obrigadx!

Tiago Elídio...

sexta-feira, 10 de abril de 2015

diálogos pós-contemporâneos...

- Olha só, que barrigão! É menino ou menina?
- Hmm, ainda não sei. Depende... Se for menino, mas trans, é menina. Se for menino e cis, é menino. Se for menina, mas trans, é menino. E se for menina e cis, é menina.
- Tendi...


Tiago Elídio...

sexta-feira, 23 de janeiro de 2015

Manifiesto (Hablo por mi diferencia)

No soy Pasolini pidiendo explicaciones
No soy Ginsberg expulsado de Cuba
No soy un marica disfrazado de poeta
No necesito disfraz
Aquí está mi cara
Hablo por mi diferencia
Defiendo lo que soy
Y no soy tan raro
Me apesta la injusticia
Y sospecho de esta cueca democrática
Pero no me hable del proletariado
Porque ser pobre y maricón es peor
Hay que ser ácido para soportarlo
Es darle un rodeo a los machitos de la esquina
Es un padre que te odia
Porque al hijo se le dobla la patita
Es tener una madre de manos tajeadas por el cloro
Envejecidas de limpieza
Acunándote de enfermo
Por malas costumbres
Por mala suerte
Como la dictadura
Peor que la dictadura
Porque la dictadura pasa
Y viene la democracia
Y detrasito el socialismo
¿Y entonces?
¿Qué harán con nosotros compañero?
¿Nos amarrarán de las trenzas en fardos
con destino a un sidario cubano?
Nos meterán en algún tren de ninguna parte
Como en el barco del general Ibáñez
Donde aprendimos a nadar
Pero ninguno llegó a la costa
Por eso Valparaíso apagó sus luces rojas
Por eso las casas de caramba
Le brindaron una lágrima negra
A los colizas comidos por las jaibas
Ese año que la Comisión de Derechos Humanos
no recuerda
Por eso compañero le pregunto
¿Existe aún el tren siberiano
de la propaganda reaccionaria?
Ese tren que pasa por sus pupilas
Cuando mi voz se pone demasiado dulce
¿Y usted?
¿Qué hará con ese recuerdo de niños
Pajeándonos y otras cosas
En las vacaciones de Cartagena?
¿El futuro será en blanco y negro?
¿El tiempo en noche y día laboral
sin ambigüedades?
¿No habrá un maricón en alguna esquina
desequilibrando el futuro de su hombre nuevo?
¿Van a dejarnos bordar de pájaros
las banderas de la patria libre?
El fusil se lo dejo a usted
Que tiene la sangre fría
Y no es miedo
El miedo se me fue pasando
De atajar cuchillos
En los sótanos sexuales donde anduve
Y no se sienta agredido
Si le hablo de estas cosas
Y le miro el bulto
No soy hipócrita
¿Acaso las tetas de una mujer
no lo hacen bajar la vista?
¿No cree usted
que solos en la sierra
algo se nos iba a ocurrir?
Aunque después me odie
Por corromper su moral revolucionaria
¿Tiene miedo que se homosexualice la vida?
Y no hablo de meterlo y sacarlo
Y sacarlo y meterlo solamente
Hablo de ternura compañero
Usted no sabe
Cómo cuesta encontrar el amor
En estas condiciones
Usted no sabe
Qué es cargar con esta lepra
La gente guarda las distancias
La gente comprende y dice:
Es marica pero escribe bien
Es marica pero es buen amigo
Súper-buena-onda
Yo no soy buena onda
Yo acepto al mundo
Sin pedirle esa buena onda
Pero igual se ríen
Tengo cicatrices de risas en la espalda
Usted cree que pienso con el poto
Y que al primer parrillazo de la CNI
Lo iba a soltar todo
No sabe que la hombría
Nunca la aprendí en los cuarteles
Mi hombría me la enseñó la noche
Detrás de un poste
Esa hombría de la que usted se jacta
Se la metieron en el regimiento
Un milico asesino
De esos que aún están en el poder
Mi hombría no la recibí del partido
Porque me rechazaron con risitas
Muchas veces
Mi hombría la aprendí participando
En la dura de esos años
Y se rieron de mi voz amariconada
Gritando: Y va a caer, y va a caer
Y aunque usted grita como hombre
No ha conseguido que se vaya
Mi hombría fue la mordaza
No fue ir al estadio
Y agarrarme a combos por el Colo Colo
El fútbol es otra homosexualidad tapada
Como el box, la política y el vino
Mi hombría fue morderme las burlas
Comer rabia para no matar a todo el mundo
Mi hombría es aceptarme diferente
Ser cobarde es mucho más duro
Yo no pongo la otra mejilla
Pongo el culo compañero
Y ésa es mi venganza
Mi hombría espera paciente
Que los machos se hagan viejos
Porque a esta altura del partido
La izquierda tranza su culo lacio
En el parlamento
Mi hombría fue difícil
Por eso a este tren no me subo
Sin saber dónde va
Yo no voy a cambiar por el marxismo
Que me rechazó tantas veces
No necesito cambiar
Soy más subversivo que usted
No voy a cambiar solamente
Porque los pobres y los ricos
A otro perro con ese hueso
Tampoco porque el capitalismo es injusto
En Nueva York los maricas se besan en la calle
Pero esa parte se la dejo a usted
Que tanto le interesa
Que la revolución no se pudra del todo
A usted le doy este mensaje
Y no es por mí
Yo estoy viejo
Y su utopía es para las generaciones futuras
Hay tantos niños que van a nacer
Con una alíta rota
Y yo quiero que vuelen compañero
Que su revolución
Les dé un pedazo de cielo rojo
Para que puedan volar.

Pedro Lemebel...

terça-feira, 13 de janeiro de 2015

"Eu sempre me divertia com a instabilidade dos dois. Bem, de fato, gosto de ver pessoas que ainda são humanas, que são como pobres cobaias que repetem os mesmos erros de todas as pessoas que já passaram pelo mundo. Sempre se enganam com as mesmas coisas, tropeçam nas mesmas pedras, são ingênuos e estúpidos até a morte. Mas eu continuo adorando esse tipo de gente boboca que ainda se engana, que sempre leva a vida em plena instabilidade. Gosto de ver ou de ouvir pessoas assim. As outras, as inumanas, as que ultimamente são muito niilistas ou muito inteligentes, parecem-me frias e chatas e, acima de tudo, ter pretensões grotescas. Ainda hoje espio diariamente a espécie humana mais tradicional, a mais afável e ao mesmo tempo a mais burra. Espio-a de meus potentes computadores. E sempre vejo pobres vizinhos humano atolados na escura e grande piada do mundo."
Trecho de "Matéria escura", do livro "Exploradores do Abismo", de Enrique Vila-Matas...

segunda-feira, 12 de janeiro de 2015

"Em parte, estava muito claro que toda sua síndrome de Estocolmo se devia à falta que sentia daquelas longas horas passadas no hospital, aquelas horas em que finalmente conseguira refletir sobre o mundo, sobre nossa vulnerabilidade congênita, sobre a fragilidade do ser humano. Adoecer gravemente o levara por fim a enfrentar, com rigor variável e que dependia do humor do dia, as questões essenciais da vida."
Trecho de "Os autistas são assim", do livro "Exploradores do Abismo", de Enrique Vila-Matas...

sexta-feira, 9 de janeiro de 2015

"- El inevitable desenlace del segundo oscurantismo fue obvio a la luz de todos menos a la de los contemporáneo mismos: el agotamiento de los recursos naturales, la destrucción del medio ambiente y, en última instancia, la autoexterminación en masa. Una vez que la gente no tenía más que hacer con sus insufribles vidas como engrenajes de una gigantesca máquina de explotación, se dedicó a destruir tal máquina y, de paso, a destruirse a sí mismos."
Fragmento de "El museu de media hora", de "Interrumpimos este programa", libro de Kurt Hackbarth...

sexta-feira, 5 de dezembro de 2014

terça-feira, 28 de outubro de 2014

relatos diários...

eu ando pelo mundo prestando atenção... tentando me embalar pelo ritmo gostoso da música... mas infelizmente não me agrada muito o que encontro... pessoas com rostos de funeral de um lado, pessoas com rostos de zumbi do outro... metrô lotado, ônibus descontrolado... trombadinhas de um lado, policiais corruptos do outro... e eu no meio disso tudo... melhor parar e tomar um café... mas continuo prestando atenção, olhando pela janela... pessoas caminhando de um lado pro outro apressadas... e ônibus passando loucamente nos dois sentidos... passam... mas deixam um ruído imenso... faço fotografias mentais... fotografias sonoras... a luz solar é de primavera, mas parece de outono... é bonita... bonita como os outonos... os raios de sol caem leves como folhas secas... a sensação é bonita como o outono... com cores que eu não sei o nome...
Tiago Elídio...

segunda-feira, 16 de dezembro de 2013

"Todos os sonhos dela estavam marcados pra dali a três, cinco, dez anos. Nenhum deles valia pra agora, pro dia em questão. Me dava agonia ver alguém se preparando constantemente pra começar a viver. Eu não conseguia fazer isso. Parecia bem mais adequado permanecer exatamente onde eu estava, aceitando que minha vida era aquilo mesmo. Eu não precisava de muita coisa. Gostava de ir à janela do meu apartamento e olhar a cidade lá embaixo."
Trecho de Até o dia em que o cão morreu, de Daniel Galera...

terça-feira, 3 de dezembro de 2013

"Alexandra vivia nos dizendo que tudo na vida tem um propósito, nada é por acaso. Dizia isso para os outros e sobretudo para si mesma quando a existência se tornava um pouco inesperada ou dolorosa demais para o seu gosto, como se para cada tumulto o destino reservasse uma compensação orquestrada por uma benévola ordem superior. A trama de causas e efeitos dessa reparação cósmica podia estar oculta na esteira de nossos sofrimentos, mas cedo ou tarde seu diagrama ganharia nitidez e poderíamos dizer a nós mesmos: eu tive de passar por aquilo. Foi necessário para que algo belo acontecesse, para que a justiça se cumprisse, para que eu me tornasse uma pessoa melhor. Para mim, esse modo de ver as coisas tinha pelo menos duas falhas. Em primeiro lugar, se o destino opera de um mecanismo de compensações, é certo que ele também compensa nossos momentos de felicidade e conquista com algumas rasteiras bem dadas, mas Xanda ficava furiosa quando eu chamava sua atenção para esse fato. A seu ver, as noções do bem e do destino eram exclusivamente interligadas. A balança pendia apenas para um lado, o lado conveniente. Se acontecia de pender para o outro, era sob o efeito de algum tipo de conspiração benigna cujas razões o futuro haveria de nos revelar. Mas a trama de causas e efeitos nos joga tanto para cima quanto para baixo. É apenas isto; causa e efeito. Não há desígnio superior. Há ações e reações. Méritos e deméritos. A segunda falha era a seguinte: com um pouco de criatividade e convicção, inúmeras tramas de causa e efeito podem ser desenhadas por diferentes pessoas, ou até mesmo por uma única pessoa, para relacionar dois ou mais fatos determinados. Se Alexandra queria encontrar um propósito benigno numa infelicidade, cedo ou tarde ela o encontraria. Sua mente ergueria a ponte necessária para que sua explicação do mundo se justificasse. Ela aguardaria com paciência o episódio venturoso que poderia ser interpretado como resultado de um revés anterior. A vida lhe ofereceria um, com certeza, ficando mais uma vez provado que o sofrimento é apenas prelúdio para a felicidade – uma perspectiva que, no caso dela, provou ser insustentável. Mas às vezes um revés é apenas um revés. É comum ficarmos sem compensação nenhuma para um desastre, uma agressão, um erro, uma doença, o fim de um amor, a perda de uma pessoa amada. É uma questão de perspectiva, ou de fé. Nascemos com um prazo limitado para interpretar o mundo. Fazemos o que podemos. O legado de todos que nos precederam nesse esforço pode ajudar ou confundir, e em última instância ninguém nunca prova nada. Atribuir um propósito superior a um lance qualquer da vida é construir uma ficção muito pessoal. Dar sentido ao mundo é um ato criativo. Uma visão de mundo é uma narrativa."
Trecho de Cordilheira, romance de Daniel Galera.

segunda-feira, 23 de setembro de 2013

por la ventana...

La primera novela de Tiago Elídio...

Sinopsis del libro:
Un joven brasileño homosexual de veintipocos años va a la Universidad Complutense de Madrid para un intercambio universitario, por seis meses. En la sorprendente capital española tiene nuevas experiencias, conoce nuevas personas, descubre otras culturas y comprende mejor su país de origen. Esta emocionante historia cuenta el relato de un viajero y sus descubrimientos y aventuras en otro continente. 

The first novel of Tiago Elídio...

Synopsis of the book:
A young Brazilian homosexual in his twenties goes to the Complutense University of Madrid on a university exchange, for six months. In the amazing Spanish capital, he has new experiences, meets new people, discovers other cultures and better understands his home country. This exciting novel tells the story of a traveler and his discoveries and adventures in another continent.

Disponible en / Available in: 

quarta-feira, 26 de junho de 2013

Felicidade clandestina...

"Ela era gorda, baixa, sardenta e de cabelos excessivamente crespos, meio arruivados. Tinha um busto enorme; enquanto nós todas ainda éramos achatadas. Como se não bastasse, enchia os dois bolsos da blusa, por cima do busto, com balas. Mas possuía o que qualquer criança devoradora de histórias gostaria de ter: um pai dono de livraria.
Pouco aproveitava. E nós menos ainda: até para aniversário, em vez de pelo menos um livrinho barato, ela nos entregava em mãos um cartão-postal da loja do pai. Ainda por cima era de paisagem do Recife mesmo, onde morávamos, com suas pontes mais do que vistas. Atrás escrevia com letra bordadíssima palavras como "data natalícia" e "saudade".
Mas que talento tinha para a crueldade. Ela toda era pura vingança, chupando balas com barulho. Como essa menina devia nos odiar, nós que éramos imperdoavelmente bonitinhas, esguias, altinhas, de cabelos livres. Comigo exerceu com calma ferocidade o seu sadismo. Na minha ânsia de ler, eu nem notava as humilhações a que ela me submetia: continuava a implorar-lhe emprestados os livros que ela não lia.
Até que veio para ela o magno dia de começar a exercer sobre mim uma tortura chinesa. Como casualmente, informou-me que possuía As reinações de Narizinho, de Monteiro Lobato.
Era um livro grosso, meu Deus, era um livro para se ficar vivendo com ele, comendo-o, dormindo-o. E completamente acima de minhas posses. Disse-me que eu passasse pela sua casa no dia seguinte e que ela o emprestaria.
Até o dia seguinte eu me transformei na própria esperança da alegria: eu não vivia, eu nadava devagar num mar suave, as ondas me levavam e me traziam.
No dia seguinte fui à sua casa, literalmente correndo. Ela não morava num sobrado como eu, e sim numa casa. Não me mandou entrar. Olhando bem para meus olhos, disse-me que havia emprestado o livro a outra menina, e que eu voltasse no dia seguinte para buscá-lo. Boquiaberta, saí devagar, mas em breve a esperança de novo me tomava toda e eu recomeçava na rua a andar pulando, que era o meu modo estranho de andar pelas ruas de Recife. Dessa vez nem caí: guiava-me a promessa do livro, o dia seguinte viria, os dias seguintes seriam mais tarde a minha vida inteira, o amor pelo mundo me esperava, andei pulando pelas ruas como sempre e não caí nenhuma vez.
Mas não ficou simplesmente nisso. O plano secreto da filha do dono de livraria era tranquilo e diabólico. No dia seguinte lá estava eu à porta de sua casa, com um sorriso e o coração batendo. Para ouvir a resposta calma: o livro ainda não estava em seu poder, que eu voltasse no dia seguinte. Mal sabia eu como mais tarde, no decorrer da vida, o drama do "dia seguinte" com ela ia se repetir com meu coração batendo.
E assim continuou. Quanto tempo? Não sei. Ela sabia que era tempo indefinido, enquanto o fel não escorresse todo de seu corpo grosso. Eu já começara a adivinhar que ela me escolhera para eu sofrer, às vezes adivinho. Mas, adivinhando mesmo, às vezes aceito: como se quem quer me fazer sofrer esteja precisando danadamente que eu sofra.
Quanto tempo? Eu ia diariamente à sua casa, sem faltar um dia sequer. Às vezes ela dizia: pois o livro esteve comigo ontem de tarde, mas você só veio de manhã, de modo que o emprestei a outra menina. E eu, que não era dada a olheiras, sentia as olheiras se cavando sob os meus olhos espantados.
Até que um dia, quando eu estava à porta de sua casa, ouvindo humilde e silenciosa a sua recusa, apareceu sua mãe. Ela devia estar estranhando a aparição muda e diária daquela menina à porta de sua casa. Pediu explicações a nós duas. Houve uma confusão silenciosa, entrecortada de palavras pouco elucidativas. A senhora achava cada vez mais estranho o fato de não estar entendendo. Até que essa mãe boa entendeu. Voltou-se para a filha e com enorme surpresa exclamou: mas este livro nunca saiu daqui de casa e você nem quis ler!
E o pior para essa mulher não era a descoberta do que acontecia. Devia ser a descoberta horrorizada da filha que tinha. Ela nos espiava em silêncio: a potência de perversidade de sua filha desconhecida e a menina loura em pé à porta, exausta, ao vento das ruas de Recife. Foi então que, finalmente se refazendo, disse firme e calma para a filha: você vai emprestar o livro agora mesmo. E para mim: "E você fica com o livro por quanto tempo quiser." Entendem? Valia mais do que me dar o livro: "pelo tempo que eu quisesse" é tudo o que uma pessoa, grande ou pequena, pode ter a ousadia de querer.
Como contar o que se seguiu? Eu estava estonteada, e assim recebi o livro na mão. Acho que eu não disse nada. Peguei o livro. Não, não saí pulando como sempre. Saí andando bem devagar. Sei que segurava o livro grosso com as duas mãos, comprimindo-o contra o peito. Quanto tempo levei até chegar em casa, também pouco importa. Meu peito estava quente, meu coração pensativo.
Chegando em casa, não comecei a ler. Fingia que não o tinha, só para depois ter o susto de o ter. Horas depois abri-o, li algumas linhas maravilhosas, fechei-o de novo, fui passear pela casa, adiei ainda mais indo comer pão com manteiga, fingi que não sabia onde guardara o livro, achava-o, abria-o por alguns instantes. Criava as mais falsas dificuldades para aquela coisa clandestina que era a felicidade. A felicidade sempre iria ser clandestina para mim. Parece que eu já pressentia. Como demorei! Eu vivia no ar… Havia orgulho e pudor em mim. Eu era uma rainha delicada.
Às vezes sentava-me na rede, balançando-me com o livro aberto no colo, sem tocá-lo, em êxtase puríssimo.
Não era mais uma menina com um livro: era uma mulher com o seu amante."
Clarice Lispector...